Factoring S.A.2022-03-29T15:26:15+00:00
Liquidez es la capacidad de cumplir con los compromisos de pagos que tiene un negocio y a su vez tener la capacidad de seguir contando con capital de trabajo, es decir, que siga operando con normalidad.
Existen varios tipos de compromisos de pagos; entre los más conocidos están los colaboradores, proveedores, acreedores (financieros), fiscales, tributarios y con socios.
Para las empresas industriales y comerciales, el capital de trabajo consiste en la capacidad de financiar las ventas al crédito (Cuentas por Cobrar) y de tener suficientes Inventarios para producir y/o disponible para la venta.
En otras palabras, la liquidez es tener suficiente efectivo en caja y bancos para hacer los pagos programados y seguir funcionando. Es una medida cuyo principal protagonista es el dinero con que se cuenta.
No debemos confundir la rentabilidad con la liquidez, pues pueden llegar a ser mediciones muy distintas.
La rentabilidad es la ganancia que una empresa puede tener en un período determinado en relación al total de sus ventas, a sus activos totales, a su patrimonio o a cualquier otra cifra relevante. En las variables mencionadas que determinan la rentabilidad, pueden estar incluidas algunos componentes que no tienen que ver con efectivo. Por ejemplo, si una empresa comercializa al crédito, no todo lo que contabiliza como venta en un período determinado entró en efectivo a la caja y/o las cuentas bancarias de la empresa, pues parte de esas ventas fueron al crédito; se vendió, pero no ha entrado el efectivo todavía. Como ese ejemplo, podemos citar muchos otros en que los componentes de la rentabilidad no necesariamente involucran liquidez o efectivo.
En otras palabras, la rentabilidad es una medida relativa de ganancia, no de efectivo o liquidez.
Otro tema importante a tomar en cuenta es que un negocio puede tener mucha liquidez lo cual no necesariamente es óptimo y podría llegar a ser hasta contraproducente, en dependencia de la etapa de la vida de la empresa, la industria y el entorno en que opera, entre otros. Existen algunas formas de medir la liquidez, todas ellas involucran el efectivo en caja y banco con el que cuenta el negocio (o se contará, en caso de estar proyectando).
La idea de la medición de la liquidez, independientemente de la herramienta o indicador que se utilice, es que la empresa se compare con sus propios registros históricos para determinar si la gestión va mejorando o no, y si es posible, poder compararse con negocios similares para determinar el desempeño en el manejo de la liquidez con respecto a sus competidores.
La herramienta principal para gestionar la liquidez es el flujo de caja, pero también existen otros indicadores o razones que complementan la medición, como por ejemplo la razón circulante, razón ácida, la relación del efectivo a servicio de la deuda, entre otros.
En futuros artículos estaremos profundizando en algunos de esto temas. Favor déjanos saber si te interesa uno en particular.